¡Hola a todos y a todas!
Tras casi un mes sin poder pasarme a escribir por aquí sobre temas de Literatura, debido a un reportaje que hice y que ya podéis ver en el Blog de Fotografía y en el Canal de Youtube, vuelvo con cosas que escapan a nuestro control. Porque, ¿qué mejor tema para retomar la sección de Curiosidades Literarias que el de las supersticiones en la literatura? Sí, desde luego el mundo de las letras también está lleno de manías, miedos y costumbres extrañas que a veces rozan lo mágico. ¡Seguro que algo os sorprende!
1. Shakespeare, el innombrable

Si has tenido algún tipo de contacto con el mundo del teatro, quizá sepas que existe una superstición muy extendida: no se debe pronunciar el nombre de 'Macbeth' dentro de un teatro. A esta obra se la llama comúnmente “La obra escocesa”, y no por capricho, sino por miedo.
La leyenda dice que Shakespeare utilizó hechizos reales en los diálogos de las brujas, lo que desató una maldición. Desde entonces, se han reportado accidentes, incendios e incluso muertes en representaciones de Macbeth. Y aunque pueda parecer un simple mito, muchos actores y actrices prefieren no tentar a la suerte. Si alguien rompe la regla y dice ''Macbeth'' en voz alta dentro de un teatro, el ritual para contrarrestar la maldición incluye salir del teatro, girar tres veces sobre uno mismo, escupir al suelo y pedir permiso para volver a entrar. Sí, tal cual como lo lees.
2. El manuscrito sobre la mesa trae desgracia

En ciertos círculos literarios del pasado se creía que dejar un manuscrito sin encuadernar sobre la mesa durante la noche podía atraer desgracias o malos augurios. Esta superstición nace de la idea de que el texto, al estar inacabado y expuesto, se convertía en “presa fácil” para espíritus o energías negativas que se alimentaban de las ideas inconclusas.
En el fondo, puede que esta creencia solo fuera una excusa poética para justificar la angustia que provoca un texto sin terminar. Pero lo cierto es que muchos escritores y escritoras desarrollaban manías relacionadas con la colocación de sus papeles, como si un orden concreto pudiera invocar la inspiración o proteger sus historias de fuerzas misteriosas.
3. El número 13 y los capítulos malditos

El número 13 ha sido siempre sinónimo de mala suerte en muchas culturas, y la literatura no escapa a esa tradición. De hecho, hay autores y autoras que han evitado incluir un capítulo 13 en sus novelas. Algunos y algunas lo han numerado como “12 bis”, otros han saltado directamente del 12 al 14, como ocurre a veces en los pisos de hoteles.
Uno de los casos más llamativos es el de Agatha Christie, que en algunas ediciones antiguas de sus obras permitía omitir el número 13. También hay editores supersticiosos que han suprimido ese capítulo por miedo a que afecte a las ventas o al éxito del libro. Y aunque parezca irracional, lo cierto es que muchas personas -lectores y lectoras incluidos- siguen sintiendo cierto resquemor ante ese número.

4. Las máquinas de escribir que no quieren trabajar

En la época en la que la máquina de escribir era la reina del escritorio, no eran pocos los escritores y escritoras que afirmaban tener “una máquina con carácter”. Existen anécdotas de autores y autoras que decían que su máquina no escribía si el día estaba nublado, o que ciertas teclas se atascaban justo cuando intentaban escribir una escena clave. ¿Casualidad? ¿Fallo técnico? ¿O quizá... algo más?
Ray Bradbury, por ejemplo, contaba que sentía que su máquina le dictaba los textos. Y Truman Capote no soportaba escribir en una habitación con más de una máquina de escribir presente: decía que eso distraía “la energía creativa”. Sea como sea, muchas de estas supersticiones nacen del deseo de ritualizar el proceso creativo, de poner orden a un arte tan caótico como la escritura. Y oye, si funciona, ¿por qué no?

¿Y tú, tienes alguna superstición literaria?
Estas solo son algunas de las muchas rarezas que pueblan en el mundo de las letras. ¿Tú tienes alguna manía o costumbre especial cuando escribes o lees? ¿Conocías alguna de estas? Me encantará leerte en los comentarios.
Aviso: este mes estaré bastante centrada en mis reportajes audiovisuales, entre ellos los de las fiestas de mi pueblo, Seseña, que celebra sus fiestas patronales, así que si te apetece ver algo diferente a libros, te invito a visitar mi Canal de YouTube y mi Blog de Fotografía durante este Agosto, donde iré publicando cada reportaje en los próximos días. ¡Nos vemos por allí también!
Que disfrutéis de estos días de verano. Hasta la próxima entrada, dentro de dos semanas.